La transformación de las relaciones personales, laborales y productivas que estamos viviendo, gracias al desvanecimiento de las fronteras geográficas y digitales generada por la cuarta revolución industrial, toca también, por supuesto, una de las áreas más importantes del desarrollo humano: la educación.

En este sentido, hablamos de la academia 4.0. En las siguientes líneas, conversaremos a profundidad sobre el papel de la educación inteligente ante la realidad de la industria 4.0.

¡Atención!

Una retrospectiva

Para que comprendamos mejor qué es y qué alcance tiene la academia 4.0, en los próximos párrafos te presentamos una breve retrospectiva de la evolución de las tendencias educativas en función de la disponibilidad tecnológica de las sociedades.

Específicamente, te comentaremos cómo los procesos tradicionales de enseñanza-aprendizaje se han ido enriqueciendo, a través de los años, con visiones didácticas y pedagógicas, pero sobre todo nos enfocaremos cómo el desarrollo de las tecnologías ha hecho posible la evolución educativa en cuanto a los métodos, el acceso y la calidad. 

Empecemos señalando que la historia de la educación formal se inicia con la modalidad presencial. Hace más de cuatro mil años, en la cultura sumeria, ya existían las escuelas, es decir, instituciones que habían sido creadas para instruir a algunas personas en la escritura (los escribanos).

Este tipo de educación formal fue evolucionando, al principio, en su concepción filosófica. Lo que hace milenios había sido considerado un privilegio al que solamente podían acceder algunas pocas personas, las “elegidas”, sus puertas se fueron abriendo y se empezó a gestar la hoy en día llamada masificación, es decir, la educación para un número cada vez mayor de personas.

En la actualidad, la educación es considerada un derecho humano.

¿Sabes que pasaron milenios entre la creación de las primeras instituciones educativas y el establecimiento de los que hoy conocemos como las escuelas “tradicionales”?

El propósito de instruir a unos cuantos elegido pudo convertirse en el objetivo de integrar a la población, desde la infancia, a los procesos educativos que posibiliten la ampliación de sus oportunidades, así como el desarrollo de capacidades útiles para la sociedad para el crecimiento y sostén de las economías. 

La escuela presencial

Tradicionalmente, maestros y estudiantes han coincidido en lugar y horario. Al principio, estos encuentros eran para compartir (o más bien “impartir”) conocimientos de manera unidireccional. Salvo excepciones, las aulas reunían oyentes (los alumnos) que debían tomar sus conocimientos de un orador (el maestro).

La didáctica tradicional, que se enfocaba en el método y el orden, logró importantes beneficios para la sociedad pues permitió que creciera el índice de alfabetización, así como la profesionalización de un porcentaje de la población y la movilidad social.

Sin embargo, la metodología educativa se movilizó bajo la influencia de diversas corrientes del pensamiento que, aunque no son material para este artículo, han dado también las bases conceptuales que permiten aprovechar al máximo las potencialidades de la academia 4.0.

Enfocándonos en cómo los recursos tecnológicos se han ido incorporando a los diversos niveles educativos, tenemos:

Academia 1.0

La versión 1.0 de la academia podría verse como una versión digital de la educación a distancia, como los antiguos cursos por correspondencia en los que el alumno recibía materiales que debía aprender y luego contestaba exámenes.

Concebida sobre la visión más tradicional del proceso de enseñanza-aprendizaje (orador-escucha), la academia 1.0 incorpora la tecnología digital para facilitar algunos procesos como acceso a materiales, toma de nota y evaluaciones.

Ejemplo de ello es el soporte digital de los textos del curso y la información general que los catedráticos o docentes exponen y solo permite “consumir” la información de manera estática y acrítica, absorber como esponjas y creerse lo escuchado.

Se soporta en la unidireccionalidad de la enseñanza y tuvo un importante papel en el acercamiento de los educandos a las tecnologías.

Academia 2.0

Cuando se toma en cuenta la importancia que tiene para el aprendizaje la comunicación e interacción de los estudiantes entre sí, además de con sus maestros y tutores, hemos llegado al concepto de la academia 2.0.

En esta etapa toman fuerza el concepto de construcción colaborativa del conocimiento. Su base tecnológica es la web con su creciente posibilidad de retroalimentar o dar respuestas a otros participantes.

La academia 2.0 resulta de la adopción en los ambientes educativos de las posibilidades que brinda la tecnología de la web. A diferencia de su etapa 1.0, donde el receptor es pasivo, en la fase 2.0 los receptores son también emisores. Ejemplos de la creciente participación de las partes son las generaciones de discusiones en foros, la publicación de blogs, el intercambio de información. 

Academia 3.0

El desarrollo de competencias tecnológicas en los participantes va ampliando las posibilidades educativas a través de las plataformas de comunicación digitalizadas.

Los usuarios tienen un alto protagonismo en la búsqueda y gestión de la información de su interés. Además, el desarrollo cada vez mayor de habilidades y destrezas para la generación de contenidos tanto escritos como multimedia abren los deseos de compartir. El conocimiento parece querer compartirse y se vale del internet para hacerlo.

La digitalización y el acceso a internet abarata los costos de publicación y democratiza de cierta manera la publicación de ideas y la búsqueda de fuentes informativas. También pone en contacto directo a investigadores, estudiantes, docentes, empresas… y las distancias geográficas pierden relevancia.

Academia 4.0

Con el avance de la conectividad, la importancia e influencia del internet repercute en diversos ámbitos de la sociedad. Las relaciones de pareja, la formulación de medicamentos o la dirección empresarial… Todo o casi todo tiene una arista comunicacional y se impulsa con las telecomunicaciones.

Las ciencias de la educación no escapan a ello y gracias a las tecnologías de la comunicación se desarrollan nuevas relaciones entre educadores y educandos al tiempo que se conciben y desarrollan recursos didácticos como, por ejemplo, las experiencias 3D, la gamificación y la simulación digital.

Cuando el aprendizaje se centra en la adquisición de competencias específicas y se apoya en la autodirección, es personalizable, tiene visión colaborativa y la validación propia del desempeño, y todo ello se canaliza a través de las tecnologías de la comunicación, nos estamos refiriendo al estado 4.0 de la educación.

¡Bien! Hasta aquí hemos visto cómo los cambios tecnológicos han tenido influencia en la manera de abordar los procesos educativos. ¿Cómo puede influir en la educación la oferta de recursos tecnológicos provenientes del desarrollo industrial?

El papel de la academia ante la realidad de la industrial 4.0

La constante de cambio que estamos viviendo en el mundo actual nos presenta un escenario donde la manera de relacionarnos con las personas, de trabajar, incluso de vivir en nuestros hogares, es influenciada por la conectividad.

En ese mismo marco de ideas, los adelantos científicos y tecnológicos en casi todas las áreas del quehacer humano se conjugan con las posibilidades de acceso remoto para favorecer la flexibilidad en las relaciones, al tiempo que se asegura la calidad en procesos y productos.

Tomando en cuenta el estado del desarrollo tecnológico actual, cuando la llamada cuarta revolución industrial se abre camino gracias a la aplicación de sistemas que combinan el almacenamiento de datos, la producción de información y la comunicación (también llamados ciberfísicos), podemos decir que la academia 4.0 está en auge.

Así como en la industria 4.0 se establecen nuevas formas de organización de los medios de producción con el objetivo de optimizar los procesos productivos y el aprovechamiento eficiente de los recursos (materias primas, equipos, inventarios) y de las personas… ¡la academia 4.0 puede hacer lo propio con los procesos educativos en todos los niveles, desde el jardín de infantes, la primaria, la secundaria, niveles técnicos y superiores, así como en la capacitación industrial o la actualización profesional!

Por otra parte, esta evolución industrial exige que la formación y capacitación no tenga fecha de culminación. Aunque los profesionales egresen y se certifiquen con postgrados y especializaciones universitarias, lo cierto es que la realidad de cada empresa implica que eventualmente su personal deba formarse (¡en ocasiones, reformarse!) para adaptar su desempeño a las tecnologías adoptadas, o a los estilos gerenciales vigentes, a regulaciones sanitarias o legales cambiantes, etcétera.

Ya no es posible que los ingenieros de una empresa, o los administradores, los operarios o la fuerza de ventas, pasen años sin actualizar sus conocimientos ni ampliar sus habilidades. Por lo menos no es posible en una empresa con objetivos de crecimiento y liderazgo.

La industria 4.0 exige competencias entre las que se cuentan la autodirección, la calidad comunicativa, la automotivación y autoevaluación y el trabajo colaborativo y en equipo; además, por supuesto, de la actualización tecnológica.

En este sentido, también las industria 4.0 ha sido artífice de las herramientas que la ayudarán a mantenerse, consolidarse y seguir evolucionando.

¿Quieres saber por qué la academia 4.0 es perfecta para atender esta necesidad? ¡Sigue leyendo hasta el final del artículo!

Características, ventajas y desafíos de la academia 4.0

Ya hemos visto que la bidireccionalidad y la cooperación entre los participantes son básicas tanto en el mundo empresarial 4.0 como en los entornos educativos 4.0.

Una importante característica y ventaja de este abordaje educativo es la reducción, incluso la extinción, de la necesidad de desplazamiento geográfico de los participantes, con la consecuente reducción de costos y riesgos. Ello es posible gracias a la ampliación de la capacidad de respuesta de las TIC, que son base del acceso, la organización, la generación y la publicación de los contenidos.

La concepción colaborativa y de retroalimentación puede lograrse con características adicionales heredadas de la industria y la academia 3.0 y potenciadas con la mayor capacidad de almacenamiento, procesamiento y transmisión de información, imágenes y audio que caracterizan a la generación 4.0.

Estamos hablando de la ubicuidad de los participantes, del tiempo real de los procesos, de conversar y compartir con personas en cualquier idioma, de la posibilidad de participar en equipos dispersos geográficamente y cohesionados en sus objetivos. Esto es común a la industria, a la academia y a la cotidianidad de las personas.

Por otra parte, la multidireccionalidad de la comunicación (entre pares, entre facilitadores) hace que la colaboración sea fácil. Con el dicho de que dos cabezas piensan más que una, el trabajo colaborativo es potenciado por las posibilidades de interconexión. Esto también forma parte de la cooperación docente-estudiante.

Y aunque puede parecer, hasta ahora, que la academia 4.0 está plena de ventajas, no es menos cierto que tiene temas pendientes y asuntos que mejorar.

Estamos viviendo el nacimiento de una era: la cuarta revolución industrial. Ante los cambios que conlleva, no todas las personas se sienten como pez en el agua. La concepción 4.0 no es igual en todas las personas ni en todos los lugares.

De esta manera, uno de los retos que se plantea la academia 4.0 en relación con la industria es que docentes, instructores y facilitadores puedan llevar a su campo las ventajas de la industria inteligente.

Cabe destacar que las tecnologías 4.0 permiten permear la barrera generacional que puede presentarse entre los docentes y sus alumnos con relación a las habilidades digitales. Esto es gracias a que el enfoque educativo que favorece la comunicación entre pares permite que los estudiantes que poseen mayores conocimientos sean guías y enseñen a los que tienen menos experiencia tecnológica. ¡Más de una vez los docentes se benefician ampliamente de ello y consiguen “ponerse al día” gracias a sus estudiantes!

En el siguiente apartado te aportamos algunas de las tecnologías que se pueden integrar a la academia 4.0.

Tecnologías que se pueden integrar a la academia

Ya hemos visto cómo la educación puede mejorar gracias a los aportes de la tecnología. Por ello te traemos algunos ejemplos de herramientas 4.0 que pueden aportar gran valor a la formación mediante la virtualización.

SOLIDWORKS

Se trata de un software de diseño asistido por computadora con múltiples aplicaciones en la industria, como por ejemplo en el diseño de productos.

Su versatilidad le permite apoyar procesos de formación gracias a sus herramientas útiles para diseñar prototipos, evaluación de desempeño de modelos, simplificación de contenidos, cálculo de impacto ambiental de un producto, entre otras funcionalidades que pueden ser aprovechadas para la capacitación.

Realidad aumentada (RA)

El estado del arte de la realidad aumentada hace posible que esta tecnología pueda aplicarse a la educación en diversos ámbitos, mejorando la experiencia de los participantes y reduciendo tiempos de aprendizaje y consolidación de conocimientos.

Este tipo de tecnología consiste en la superposición de datos sobre imágenes de la realidad, de manera que se enriquezca la información visual con datos pertinentes. Rangos de temperatura, coordenadas geográficas, información demográfica y un sinfín de etcéteras pueden dejar atrás la necesidad de hacer mediciones, manipular instrumentos y transcribir datos.

Recursos educativos 4.0

Así como la academia 4.0 dispone de diferentes tecnologías que tienen la capacidad de optimizar los procesos académicos, existen metodologías, prácticas y aplicaciones especialmente relevantes, que impulsan los resultados. Entre estas destacan:

Gamificación

La gamificación consiste en insertar la mecánica de los juegos en los contenidos académicos y ha demostrado ser una magnífica aliada de la participación y el aprendizaje mediante el reto, la recompensa y la recreación. ¡Nadie se dormirá en clase!

Aunque las actividades lúdicas han sido parte de la educación, el desarrollo de la gamificación a través de las TIC es un área destacable en la academia 4.0, apoyada en la popularidad de los videojuegos y las redes sociales.

El aprendizaje divertido promueve entornos educativos de alta participación, convirtiéndose en un “motor” del proceso.

Apps educativas

A pesar de que estar pegado del teléfono es un asunto muy criticado, no sería así si el tiempo invertido en la pantalla estuviera relacionado con el aprendizaje de competencias.

De hecho, es una posibilidad muy favorable para el entorno educativo. Existe un inmenso número de aplicaciones con fines educativos. Dirigidas a múltiples edades, materias, áreas, habilidades, etcétera.

Pueden usarse para aprender música, para mejorar los conocimientos de anatomía humana, identificar especies de insectos, aprender robótica, diagnosticar enfermedades de plantas, mejorar en matemáticas, aprender idiomas, geografía o sistemas informáticos… Las aplicaciones aprovechan la masificación de los dispositivos móviles para contribuir con la educación en todos los niveles.  

Encuentros virtuales

Entre los recursos digitales que han cobrado popularidad a partir de 2020 se cuentan las salas de reunión. Aplicaciones como Zoom, Teams y similares han hecho posible que cientos de personas puedan encontrarse en eventos virtuales.

Los encuentros en línea pueden ser una forma de “ponerle cara” a compañeros, tutores y colaboradores; de acercarnos más de y profundizar la relación social aprovechando las posibilidades tecnológicas. 

Retos de siempre: buenas prácticas educativas

Luego de avanzar en la lectura puede ser que creas que la academia 4.0 es la panacea de la educación. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas, esta tiene por delante retos de envergadura que, adicionalmente, no son nuevos. La demanda de buenas prácticas educativas sigue vigente.

Acceso

Al depender de las tecnologías y del acceso a internet, la academia 4.0 no está presente en muchos lugares. El acceso a los dispositivos y a las redes de conectividad (internet) es un asunto que no puede pasarse por alto si no se quiere ampliar la brecha educativa, social y económica de las poblaciones no solo del mundo, sino de cada país.

Es por ello que la posibilidad de que todas las personas, en todos los puntos del mapa, puedan beneficiarse de la academia 4.0 es una tarea retrasada. Cabe preguntarse si las nuevas tecnologías y la gran capacidad de comunicación actual podrán ayudar a mejorar el acceso a la educación.

Calidad de los contenidos

Hasta ahora te hemos platicado más que nada del cómo se puede aprender y compartir aprendizajes gracias a la aplicación de las tecnologías 4.0 en el campo educativo. Sin embargo, aunque lo hemos dejado para la parte final del material, queremos llamar tu atención sobre la importancia del qué.

¿Qué aprendemos? ¿Qué se enseña? ¿Quién es responsable de los contenidos? ¿Cómo distinguir las fuentes confiables de las fake?

Mientras que en los modelos educativos unidireccionales hay un responsable de la información compartida, cuando cada uno de los participantes puede navegar en el gran universo informativo que existe en la web, todos y nadie garantiza la fiabilidad de los datos.

La academia 4.0 tiene entre sus retos el que sus participantes aprendan a distinguir y catalogar fuentes de información.

Responsabilidad personal

El tema ético puede ser considerado esencial en todas las modalidades educativas de ayer, de hoy y de mañana. Y aunque “hacer trampa” para pasar un examen es una costumbre que data de siglos atrás, no podemos obviar que la virtualidad puede favorecer tales prácticas.

Algunas universidades y academias han implementado sistemas de cámaras activas, huellas dactilares y similares que, aunque dificultan la evasión, no son infalibles y, por otra parte, podrían ser considerados invasivos de la privacidad de los participantes.

Así es como la responsabilidad personal forma parte de los desafíos de la academia 4.0, tanto o más que en la educación presencial tradicional.

¡Llegamos al final de este material! Te compartimos información valiosa de varios aspectos relacionados con la academia 4.0.

El alcance de las telecomunicaciones ha movido y seguirá moviendo paradigmas en ámbitos que trascienden las simples (¡e importantísimas!) posibilidades de obviar distancias geográficas y comunicarse en tiempo real entre personas, entre máquinas y entre personas y máquinas.

Ya conoces cómo la academia 4.0, aunada con contenidos de calidad y buenas prácticas de enseñanza, es una pieza clave para el mejoramiento de los procesos educativos en distintos niveles, con excelentes prestaciones para la capacitación empresarial.

Después de este recorrido por sus características, ventajas y principales retos, ¿qué opinas de la academia 4.0?, ¿tienes alguna opinión sobre cómo puede mejorarse?, ¿has tenidos experiencias positivas o negativas? ¡Déjanos tu opinión o dudas en la casilla de comentarios!