Si hay algo que la crisis sanitaria mundial nos ha dejado, es la lección de que nunca se sabe fehacientemente qué puede suceder de un momento a otro que nos obligue a cambiar todos los planes. Esto en una empresa u organización puede ser fatal si no se está preparado, por eso te contaremos sobre la resiliencia empresarial y cómo apuntar hacia ella puede ayudarte a salvar tu negocio.

Resiliencia es un término prestado de la psicología y hace referencia a la capacidad de adaptación, mutabilidad y fortalecimiento luego de un período de crisis. 

Llevado a términos empresariales, nos habla de una organización que está programada y articulada para saber adaptarse a las circunstancias: que está abierta al cambio, que sortea las dificultades que se le presenten y que encontrará en las dificultades, oportunidades creativas y de reflexión.

Pero, ¿cómo llegamos a todo esto? ¡Sigue leyendo y te lo contamos!

Solidez en la cultura organizacional

Si los valores, principios y objetivos de la empresa son compartidos, ya tenemos una buena base en nuestro equipo de trabajo para que, más allá de las circunstancias, haya una comprensión e identificación con el trabajo que se realiza y se agudicen los instintos en pos de la misma meta.

Así, cuando la crisis golpea, podemos reconstruir desde los cimientos ya fundados. Para ello aconsejamos:

Liderazgo participativo

Tener en cuenta a las distintas partes que conforman tu equipo de trabajo en la toma de decisiones, puede tener un gran impacto en la identificación cultural.

Sentirse parte es crucial para que, en los vientos de cambio, el grupo humano acompañe positivamente. Las actividades recreativas donde se involucren los distintas líneas de trabajo también son buena idea para involucrarse personalmente con la organización;

Enfoque humano

Valga la redundancia, el recurso humano está conformado por personas con sus particularidades. Reconocer las diferencias y trabajar con ellas puede funcionar como puesta en valor del lugar que ocupa cada persona en la organización. Influye directamente en las dinámicas de participación y puede que, sea de esas diferencias, que salga la idea que salve tu empresa en momentos difíciles. Por otro lado, atender a las necesidades particulares, generará un buen ambiente de trabajo y predisposición.

Comunicación fluida

Los modelos tradicionales empresariales tal vez no tenían tan en cuenta estos aspectos de manera integral, pero hoy en día las competencias comunicacionales van en aumento.

Subirse a ese tren y poner en práctica estas herramientas, es vital para mantener la estabilidad de tu empresa en un mundo en movimiento.

  • Comunicación interna: permite que ya estén aceitados los canales entre áreas y equipos. Así, en caso de crisis, articularán mejor que si tuviéramos que poner a todos al día de lo que sucede en la empresa. De esta manera podemos pasar directamente al análisis y reacción. Los reportes semanales, quincenales, o mensuales por área son un ejemplo de ello;
  • Comunicación externa: una interacción fluida con el público, clientes y sociedad nos interpelará constantemente a ver qué está pasando afuera, cuáles son las demandas y necesidades que se van presentando y nos mantendrá alerta a las corrientes de cambio. Atender a estos mensajes mantendrá la perspectiva de tu organización flexible y abierta. Puedes, por ejemplo, aprovechar los canales virtuales para entrar en contacto a través de foros, blogs, eventos, o redes sociales, que le permitan a tu público ser oído. 

Perspectiva y prospectiva

Toda organización tiene objetivos, pero el cumplirlos o no, depende de que sean coherentes con la realidad presente en un mundo de cambios. ¿Cómo fijar objetivos entre tanta incertidumbre?

Las metas a corto plazo son una buena manera de mantener un ritmo de reflexión sobre la efectividad de la planificación. Pero una empresa resiliente pensará desde el principio los escenarios posibles, incluyendo los desfavorables. Y encontrará, en esas reflexiones, soluciones y articulación con los cambios que sucedan en el entorno.

Es estar preparado para todo lo que venga y ejercitar hipotéticamente la adaptación. Cuando llegue el momento, estarás preparado.

Digitalización

Ya hablamos anteriormente sobre la importancia de aceptar la velocidad de cambio en los aspectos humanos que influyen a tu organización, ahora platiquemos de la importancia de ser parte de los cambios tecnológicos.

La digitalización permite un mejor procesamiento de la data y ofrece velocidad y mutabilidad rompiendo con los esquemas de que lo burocrático es lento (suele ser la burocracia lo que congela o estatiza las dinámicas de trabajo). 

Prestar atención a la eficiencia de estos procesos tecnológicos te facilitará el camino cuando los tiempos lo demanden y te veas en la obligación de hacer grandes cambios en tu empresa.

Mente abierta, optimismo y aceptación del desafío

Estos tres puntos son esenciales en el camino de la resiliencia empresarial. El fatalismo y negatividad difícilmente sean actitudes que te ayuden a salir adelante en tiempos de crisis. 

Por ello, te aconsejamos mantener el optimismo y confiar en que tu compañía tiene todas las herramientas para salir adelante, sólo es cuestión de administrar los recursos y ponerse en marcha. 

Los momentos difíciles pueden ser una buena oportunidad de renovación para tu empresa. Preguntas como, ¿qué podemos aprender de esto?, o ¿cuál es nuestro escenario ideal bajo este nuevo paradigma?, te ayudarán a visualizar el futuro más allá de la crisis. Lo importante es no quedarse estancado en el conflicto sino aceptarlo como un desafío.

Y por último recuerda, un referente optimista ayudará a mantener los buenos ánimos en tu equipo de trabajo, y esa energía es justo la que necesitas en los momentos difíciles para que no baje la calidad del trabajo.

En resumen

No es necesario que tengas todas las respuestas de inmediato, solucionar problemas está más vinculado con la creatividad que con la futurología.

La resiliencia empresarial es precisamente aprender de los problemas al superarlos, y el aprendizaje viene con incertidumbre. Pero queda en ti aceptarla como un sentimiento válido, y a la crisis como un momento necesario. 

Recuerda que una empresa es un sistema complejo, y que la preparación de cada una de sus partes es esencial. ¡Esperamos que nuestros consejos sirvan de guía para lograrlo! 

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